
Pren nota: aquí tens un avanç de la programació del Poblenou Open Day
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El Ideal nos abre las puertas. Hay mucha gente haciendo cola para entrar en la nueva experiencia inmersiva sobre Klimt. Con el bagaje de Monet y de Barcelona Memoria Fotográfica, no es de extrañar que haya gente que se haya quedado sin entradas. Por este motivo han abierto nuevas sesiones y han alargado los meses de julio y agosto.
Gustav Klimt coincidió en una época revolucionaria en la que se transformó la manera de entender el mundo. Ya lo dice en la explicación inicial, ‘‘en cada época, su arte. En cada arte, su libertad’’.
El pintor austríaco representa este espíritu de modernización mejor que nadie. De hecho, fue uno de los fundadores de la Secession, un movimiento que reivindica la libertad creativa frente a un arte conservador, como lo era el impresionismo. En Francia fue el Art Nouveau, y en España hablábamos del Modernismo:
‘‘Quien quiera saber algo de mí, que observe mis cuadros con atención, y que busque en ellos quién soy y qué quiero’’. Su etapa más famosa, a partir del 1909, trató temáticas como la sexualidad, el amor y la muerte, representados a través de mosaicos, con el color dorado como eje cromático y poniendo especial énfasis en los retratos de mujeres.
No podemos entender su arte y su éxito comercial sin hablar de las mujeres. Es su fuente de inspiración principal y gracias a muchas mujeres de la alta burguesía se convierte en uno de los retratistas mejor pagados de la época.
Por cierto, en 2006, el retrato de ‘Adele Bloch-Bauer I’ (1907) se vendió por 135 millones de dólares.
Para esta exposición se ha ampliado una nueva sala donde se puede ver una representación en 3D de una de sus obras más famosas: ‘El Beso’. Veréis cómo cuelgan de una superficie con hilos diferentes capas de la obra colocadas de manera que hay que rodear el montaje hasta colocarse en un punto en concreto para ver la obra entera.
En la sala immersiva muestras de su obra como pintor, de los frescos que le encargaron y de los edificios que decoró, como los ‘Frescos de la Escalinata del Teatro de Viena‘, ‘El árbol de la vida‘ o ‘Judith‘, una de las pinturas más importantes de su carrera que retrató a sensualidad y crueldad de una femme fatale. A ratos tendréis la sensación de bañarse en oro, una de las materias primas que utilizó Klimt para todo tipo de piezas.
Desde entonces, los cambios económicos y sociales llevaron a las mujeres a cuestionar los roles tradicionales y reclamar más derechos y libertades. En la exposición veréis nombres como Caterina Albert, Lluïsa Vidal o Marie Lang, que lucharon desde el mundo del arte, la literatura, la pedagogía, el periodismo o la política para mejorar las condiciones de vida de las mujeres.
Al final de la experiencia tiene dos paradas obligatorias: las gafas de realidad virtual, donde no queremos haceros ningún spoiler de que veréis, y el Fotomatón de Inteligencia Artificial, una instalación interactiva con un algoritmo de collage generativo que adaptará vuestras fotos en cuadros de Klimt.
¿Os han venido ganas de visitar la experiencia? ¡En este enlace podéis conseguir vuestra entrada!