
Pren nota: aquí tens un avanç de la programació del Poblenou Open Day
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La galería de arte contemporáneo y estudio de producción La Plataforma inaugura el próximo jueves 24 de septiembre la exposición individual dedicada al artista chileno Matías Krahn bajo el título ‘Gracias a la Vida’.
A través de su trabajo más reciente, las telas de Matías transmiten de manera vitalista, simbólica y directa lo que el título de la exposición expresa: gratitud. En términos más formales, sus pinturas rebosan libertad y expresividad, reflejado a través de la riqueza matérica del color, la utilización de la luz y la sugerencia de la forma.
Entre las obras expuestas en ‘Gracias a la Vida’ podremos contemplar el ‘El Árbol de la Vida’, utilizado como imagen de portada del más reciente lanzamiento discográfico de Sidonie ‘El regreso de ABBA’ que se estrenará el próximo mes de octubre. Debido a su amistad con el artista, el grupo de indie-rock barcelonés estará presente en la inauguración y en la clausura del evento.
Con motivo de la inauguración, hemos querido entrevistar a Matías Krahn para que nos cuente brevemente sobre su trayectoria, sobre la situación actual y algunas otras cosas que podréis leer a continuación.
Ya de niño dibujaba y pintaba. Pero fue al comenzar a estudiar Bella Artes cuando comencé a enamorarme de la pintura y ya no pude dejar de pintar. Es lo que he hecho durante 30 años sin parar y es lo que haré hasta que me muera. Pintar es mi vocación y mi vida.
No creo en las casualidades. El título de la exposición lo dice todo. Antes, durante y después del covid, la gratitud es lo que sostiene la vida además de una de las mejores medicinas para el miedo.
Cuando comenzó el confinamiento yo venía de una racha fuerte de trabajo. Trabajé duro a comienzos de año y la situación global me absorbió. Puse la mayor parte de mi energía y atención en mi vida personal, en mis relaciones, familia, amigos, pareja. Aunque también trabajé. Fruto de ese momento, por ejemplo, creé una escultura-objeto que estará en esta exposición, que se llama “Arcano”. Es mi versión del arca de Noé con todos los botones listos para zarpar.
Esta pregunta es muy difícil de contestar. No me caso con ningún estilo, he experimentado mucho y a través de estilos muy variados a lo largo de mi trayectoria pictórica. Y mi búsqueda no cesa. En esta exposición hay mucho del arte textil y a su vez de la naturaleza, especialmente de la transición del mundo vegetal al animal. No se trata de un estilo, se trata de arquetipos y símbolos de los que me considero guardián.
Pues no lo sé. Lo que espero es que llegue la honestidad con la que han sido pintados. Y la sencillez destilada de la complejidad de mis procesos creativos.
Es una conexión que se ha dado a través de los años fruto de mi relación de amistad con Axel, batería de Sidonie. Es una larga historia que habla de magia, sincronías, amor y confianza. Y que tiene que ver con una frase: “Viva la vida” que nos conectó hace ya 10 años. Desde entonces guardábamos el deseo de colaborar.
Mi proyecto fundamental es mi propia supervivencia, no dejar de pintar, de sonreír, de confiar, de agradecer y de colaborar con gente linda y afín.
Creo que en el mundo de la pintura y el arte, como probablemente en todas partes, estamos viviendo un cambio de paradigma. O más bien se hace patente que evolucionamos hacia un nuevo lugar. Espero que sea más honesto y justo. Con respecto al distanciamiento social me parece un sinsentido. Desde mi punto de vista hace más daño que bien. Creo que este tema tan fundamental merece una cuidadosa reflexión. ¿Hacia dónde queremos dirigirnos como humanidad? ¿Qué valores queremos preservar y transmitir a las futuras generaciones? ¿Miedo o vida? ¿Miedo o libertad?
Quien primero me viene a la cabeza es mi amiga y vecina Isabel Rabassa, a quien quiero y admiro por su vocación, honestidad, coraje, fuerza y actitud. En mi mismo edificio también está Víctor Pérez-Porro y Perico Pastor.
Que quitasen las antenas 5g. Y que los niños pudieran jugar entre ellos con libertad y confianza. Aunque esto no lo quiero solo para mi barrio. Lo quiero para todo el planeta. Uy, lo siento, he pedido dos deseos 🙂