Imagina una joya pop pegadiza, llevada por una voz andrógina e inquietante, danzante y grácil como una pompa de jabón, concebida como un himno a la alegría. Un dúo que tiene el objetivo más sencillo: hacer de la música, en particular del pop, la banda sonora de sus vidas, por amor a las guitarras, pero sobre todo, para hacer feliz a la gente. Los sonidos veraniegos de PAPOOZ se abren paso en nuestros oídos para no abandonarlos jamás.
Más información y entradas aquí.